6. ADAPTACIÓN DE DIÁLOGOS
La adaptación de diálogos
es, sin lugar a dudas, uno de los pilares del doblaje
de películas. Tanto es así, que de
ella depende, muchas veces, el éxito o el
fracaso del doblaje. En la jerga de los Estudios,
a la adaptación de diálogos también
se le denomina "Ajuste". La adaptación
consiste en poner en boca de los personajes, perfectamente
adaptado y sincronizado, el diálogo de la
versión doblada.
Hasta el año 1980 aproximadamente,
este trabajo siempre se había realizado en
una moviola y con una copia standard, en 35mm, de
la película en versión original, pero,
a partir de esa fecha, también se realiza
con un monitor de TV y con la copia de la película
en vídeo. Éste es el sistema que se
sigue siempre en los doblajes para TV.
El adaptador comienza su trabajo
basándose en la traducción literal
de los diálogos, adaptando a cada uno de
los personajes las frases que le correspondan, guardando
una métrica y procurando que los movimientos
de los labios coincidan con las palabras que está
pronunciando, es decir, que haya una buena sincronía,
para ello el adaptador tiene en cuenta las labiales
(las letras B-P-M), así como los gestos del
personaje. Cuando las frases de la traducción
son más largas que las de la versión
original, como suele pasar con los idiomas español
e inglés, el adaptador las acorta, las sintetiza,
pero debe tratar de evitar, por todos los medios,
que se pierda un solo ápice del sentido de
la versión original. Como sucede en la vida
real, todos los personajes no hablan de igual manera,
cada uno lo hace acorde con su sexo, edad, educación,
nivel cultural, estado civil, condición social,
estado de ánimo, etc. El buen adaptador tiene
esto muy en cuenta, aunque ya venga reflejado en
la traducción, porque el guión original
es el que marca la pauta.
Otra de las misiones importantes
del adaptador es comprobar si el traductor ha cometido
algún fallo y subsanarlo, por ejemplo, topónimos
mal traducidos o que hayan quedado en el idioma
original, fechas inexactas, citas literarias equivocadas,
hechos históricos mal interpretados, etc.
El diálogo de un doblaje debe ser siempre
neutro, debe carecer de expresiones localistas,
producto todas ellas de la mezcla de dos lenguas
similares que se hablan al mismo tiempo, como suele
ocurrir en las zonas donde existe el bilingüismo.
El adaptador también
se ocupa de preparar el diálogo correspondiente
a los ambientes ("Ad Libs" - como se les
llama en el argot del doblaje), que resultan de
las escenas donde se oye el susurro casi ininteligible
de varias o muchas personas, pero donde también
hay frases que se entienden perfectamente. Normalmente,
los ambientes ("crowds") de estaciones,
aeropuertos, autobuses, grandes almacenes, etc.
vienen en la Banda Internacional ("M/E track")
para ser incorporados directamente en la mezcla,
pero si algunas frases se entienden en la versión
original, éstas se bajan de volumen y el
mezclador las cubre con otras frases equivalentes
en el idioma de la versión doblada. De este
modo, el adaptador prepara unas frases concretas
para grabar en sala e insertar en la mezcla cuando
se incorporan a la misma los ambientes existentes
en la Banda Internacional.
Cuando en la película
hay escenas habladas en una segunda lengua y deben
quedar tal cual en la versión doblada, estas
frases se toman directamente de la Banda Internacional,
a la hora de la mezcla, y el adaptador se limita
a preparar los subtítulos, en caso de que
se subtitulen dichas escenas. Si el adaptador no
sabe cómo preparar los subtítulos,
el Departamento de Producción se ocupa de
ello. Desde siempre en los Estudios hay personas
cuya única misión es adaptar diálogos,
pero éstas son las menos.
Algunos traductores también
adaptan, y con bastante fortuna, todo hay que decirlo.
Pero, generalmente, es el director de doblaje quien
también se ocupa de la adaptación.
Hasta el año l985 aproximadamente, actores
de primerísimo orden se ocupaban de la adaptación
y de la dirección, y gozaban del respeto
de distribuidores, directivos y supervisores, tanto
nacionales como extranjeros. Fue entonces cuando
la adaptación de diálogos vivió
sus mejores años. Y no olvidemos que tuvieron
que sortear un montón de dificultades, como
todas las observaciones, cambios y cortes impuestos
por Censura. Trabajaban totalmente encorsetados.
Este esplendor no implica que no se incurriera en
malentendidos y que ciertos doblajes adolecieran
de una baja calidad, como sucede en todas las épocas,
pero muy, muy raramente se cometían fallos
culturales que, en definitiva, son los más
lacerantes y los que hacen un flaco favor a todo
el equipo que ha participado en un doblaje.
A partir de la fecha antes indicada,
el negocio del doblaje experimentó una gran
pujanza, se multiplicaron los doblajes de películas
nuevas para las salas comerciales y de celuloide
rancio para la TV, además de las series televisivas.
Comenzaron a aparecer Estudios por toda la península
y, lógicamente, estalló una feroz
competencia y, con ello, una guerra de precios.
Se necesitaba personal, la mies era mucha y los
operarios pocos. Hubo un auténtico reclutamiento.
Muchos actores con un futuro incierto en el atril,
optaron por adaptar y dirigir, era una buena salida.
Imperaban las prisas, el "Doblaje al minuto"
quedó servido, se empezaron a batir verdaderos
récords de velocidad en el doblaje de películas.
Y todo eso tiene un resultado: la calidad de los
diálogos ha experimentado un fuerte deterioro.
La imagen del supervisor de
diálogos siempre ha existido, casi todas
las casas distribuidoras tienen a alguien que supervisa
los diálogos adaptados y es una excelente
costumbre. Un supervisor español y culto,
con toda seguridad, puede pulir y subsanar los fallos
que hubiere en un diálogo, mientras que esta
misma tarea resulta misión imposible para
un supervisor extranjero, porque no conoce a fondo
el idioma español. Para el supervisor extranjero
el español es su segunda o tercera lengua
y, en la mayoría de los casos, aprendida
allende los mares. No obstante, no debemos olvidar
que el supervisor extranjero es de mucha utilidad
a la hora de desentrañar expresiones en "slang"
(jerga coloquial o callejera) o, incluso, a la hora
del reparto de voces o del proceso de mezclas.
El doblaje es un trabajo en
equipo. Si al ver una película el espectador
olvida que los personajes están moviendo
los labios en otro idioma y se le crea la ilusión
de que están hablando con coherencia en el
suyo propio, es síntoma inequívoco
de que está ante una buena adaptación
de diálogos.
7. REPARTO DE VOCES (Casting)
Adjudicar la voz más
idónea a cada uno de los personajes ("casting")
es algo imprescindible para un buen doblaje. Siempre
se toma como referencia la voz original, unas veces
se acierta y otras no.
Hasta mediados de los años
ochenta, el reparto de voces tenía lugar
durante un pase de la copia de la película
en versión original. La proyección
se hacía tan pronto llegaba la película
al Estudio, con la asistencia del gerente, del traductor,
del adaptador, del director de doblaje y, a veces,
del montador (éste último sólo
si se trataba de una película de gran envergadura).
Conforme se iba proyectando la cinta, el director
de doblaje empezaba a plantear el reparto, comentándolo
con el gerente.
Hasta la fecha arriba indicada,
casi todos los gerentes de los Estudios importantes
eran personas preparadas, muy versadas en doblaje
y su participación era de gran ayuda y, por
supuesto, primordial para velar por un buen reparto
y evitar amiguismos. En aquel entonces los Estudios
importantes contaban con plantilla propia de actores,
tenían contratados a los mejores actores
de doblaje. Pero, después de la fecha arriba
mencionada, los Estudios dieron un giro de ciento
ochenta grados, se renovaron las gerencias y quedaron
rescindidos los contratos con esos dobladores excepcionales.
Los Estudios importantes perdieron
su hegemonía en todo lo relacionado con repartos
exclusivos. Actualmente todos los Estudios, grandes
o pequeños, lujosos o sencillos, pueden contar
con las mismas voces. Desde siempre se han pedido
pruebas de voz para los personales principales,
en las películas de cierta envergadura.
Generalmente, es el director
o productor de la película quien solicita
las pruebas de voz e indica los diferentes fragmentos
de la película que considera más apropiados
para realizar las pruebas. Entonces, se procede
a la preparación de las pruebas de voz adaptando
el diálogo correspondiente a los fragmentos
seleccionados y se graba con tres, cuatro o cinco
voces diferentes.
Antes de existir el vídeo,
se sacaba una copia (un duplicado) positiva en 35mm
de los fragmentos de imagen seleccionados y, a su
vez, las voces se grababan en una cinta magnética
en 35mm y ambas cosas se enviaban al director o
productor que había solicitado las pruebas,
cuando éste las recibía efectuaba
una proyección normal con la copia positiva,
para escuchar al personaje en original y, a reglón
seguido, efectuaba una proyección en "interlock":
se proyecta la imagen, dejándola muda, y
se incorpora aparte la voz de los distintos dobladores
El efecto resultante es el personaje hablando en
el idioma de la versión a doblar.
Normalmente, se suele adjuntar
un currículum de los actores donde también
consta la opinión del Estudio. Los supervisores
desempeñnan un papel importante a la hora
del reparto. Hoy en día, con el vídeo,
todo esto ha cambiado. Se envía una videocassette
con los fragmentos de imagen hablados en original
y, a continuación, esos mismos fragmentos
doblados al idioma de la nueva versión por
las diferentes voces seleccionadas.
De este modo, basta con insertar
la cassette en una reproductor de vídeo y
verlo en la pantalla de un televisor. A veces, sólo
se pretende oír voces para adjudicar una
de ellas a un determinado actor o actriz; en ese
caso, se suele echar mano del archivo de voces del
Estudio y un técnico transcribe a una cinta
de audio las voces en cuestión. Hay que resaltar
que no todos los actores se prestan a hacer pruebas
de voz, algunas primerísimas figuras se niegan
a participar en todo este laborioso proceso.
8. GRABACIÓN DE VOCES EN SALA
La grabación de voces
(voices recording) tiene lugar en la sala de grabación
(recording room), se trata de una habitación
completamente insonorizada donde hay una pantalla
para proyectar la imagen si ésta proviene
de una copia de trabajo en formato 16MM o 35MM,
o bien un monitor de TV si la imagen proviene de
una cinta de video. Hoy día el formato 16MM
está materialmente anulado, hasta 1990 aproximadamente
se utilizó bastante en los doblajes para
TV.
En la sala también hay
un escritorio para uso del director de doblaje y
un atril con un micrófono incorporado donde
el actor o actores se sitúan. Sobre el atril
hay unos papeles con el texto de los diálogos
a doblar.
Contiguo a la sala de grabación
y comunicada con ésta por una o dos ventanillas,
está la cabina de proyección desde
donde se proyecta la imagen de la película,
sólo si el formato de la copia de trabajo
es l6MM o 35MM, si el formato es video la imagen
la proporciona directamente el mixer.
El mixer es una habitación
pequeñita, contigua también a la sala
y comunicada con ésta por un ventanal, donde
está la maquinaria de grabación atendida
por un técnico. A este pequeño habitáculo
siempre se le ha denominado con el nombre en inglés
(mixer), en el doblaje siempre hubo muchos anglicismos
que van desapareciendo con las nuevas tecnologías.
En una sesión de grabación,
el director de doblaje sentado junto al escritorio
llama al actor o actores que intervienen en el take
para que ocupen su lugar en el atril. El director
indica al operador de la cabina de proyección
o al mixer, depende del sistema de la sala y del
formato de la copia de trabajo, el número
del take a proyectar, la imagen de éste aparece
en la pantalla en idioma original, los actores de
doblaje oyen el diálogo, el director da la
indicaciones que cree convenientes, los actores
ensayan, cuando el director lo cree oportuno quita
el sonido dejando la imagen muda, los actores siguen
ensayando hasta que el director da la orden de grabar,
las luces se ponen en rojo advirtiendo del registro
y el técnico del mixer graba el diálogo.
Una vez terminada la grabación
del take el director, antes de darlo por bueno,
oye lo grabado junto con la imagen para ver si la
sincronía e interpretación han quedado
bien. Y así sucesivamente hasta terminar
con todos los takes de diálogo y que éste
quede listo para la mezcla.
Hasta finales de los años
cuarenta, las grabaciones se efectuaban sobre material
fotográfico. Éste era un mal sistema
porque lo grabado no se podía borrar, cuando
se cometía un fallo había que desechar
ese trozo de material y poner otro nuevo. Muchas
veces, con tal de no desperdiciar mucho material
aceptaban los fallos, con el consiguiente deterioro
para la versión doblada. Pero, a partir de
la fecha anteriormente indicada, apareció
el material magnético y el problema dejó
de existir, con este nuevo tipo de material se podía
borrar y volver a grabar, el doblaje dio un gran
paso de gigante.
Desde principios de los noventa,
la mayoría de los diálogos se empezaron
a grabar en disco duro (hard disk), van a parar
a un MAC formateado. Actualmente la nitidez de sonido
y la comodidad de grabación son absolutas.
Afortunadamente el doblaje se está beneficiando
de la tecnología punta que constantemente
está aflorando, el sonido ha dado un gran
paso hacia delante, hacia la perfección,
lástima que no haya sucedido lo mismo con
la calidad de los diálogos.
9. DIRECCIÓN DE SALA
El director de doblaje es el
encargado de llevar a buen puerto el registro de
diálogos en la sala de grabación.
Él indica a los actores que están
en el atril todo lo que tienen que hacer, lo que
han de decir y cómo deben decirlo, los tonos,
las inflexiones, los matices de voz, si deben adelantar
o atrasar alguna frase, donde deben hacer una pausa,
respetar las labiales, se ocupa de que la sincronía
e interpretación sean perfectas
En definitiva, en él
cae toda la responsabilidad de que los diálogos
estén bien dichos y en su sitio. Lógicamente
también tiene que evitar que haya fallos
en el diálogo, subsanando todo error que
encuentre. Aunque, esto último resulta poco
menos que imposible porque, como ya dijimos cuando
nos ocupamos de la adaptación de diálogos,
casi siempre el adaptador también se ocupa
de la dirección, y si hay fallos en los diálogos
adaptados difícilmente los va a poder corregir
en el atril porque ignora que esos fallos existan,
de saberlo los habría corregido cuando realizó
la adaptación.
Hace años, como norma,
el Estudio asignaba estos trabajos al actor que
doblaba al protagonista y, francamente, era una
táctica excelente, recordemos que hasta mediados
de la década de los ochenta los actores de
doblaje, de primerísima categoría,
se ocupaban de la adaptación de diálogos
y de la dirección de doblajes y el Gerente
del Estudio participaba, personalmente, en todo
lo concerniente a la calidad del doblaje. Todo eso
ha cambiado mucho, actualmente el perfil de la Gerencia
del Estudio y del adaptador-director es otro completamente
distinto.
Los supervisores por parte del
cliente casi siempre permanecen en la sala durante
la grabación de los diálogos. Algunos
de ellos son auténticos convidados de piedra,
mientras que otros, los extranjeros principalmente,
meten mucha baza, participan tan directamente en
la dirección que, a veces, la autoridad del
director de sala queda mermada, incluso en evidencia,
provocando una situación tensa e incómoda.
Los supervisores extranjeros vienen con un programa
preestablecido e inalterable y no quieren trabas
a la hora de cumplir con su cometido, por lo que
algunos de ellos prefieren a un director acomodadizo
aunque la brillantez no sea una de sus virtudes.
10. MEZCLAS
Terminada la grabación
de diálogos en sala y revisadas las correspondientes
B.I. (Bandas Internacionales o M/E tracks) para
asegurarse de que las músicas y efectos están
correctos, todo queda listo para la mezcla.
Hasta mediados de los años
cincuenta, las mezclas se hacían sobre un
soporte óptico o fotográfico con el
gran inconveniente de que no se podía borrar
y volver a grabar encima en caso de equivocación.
A a partir de esa fecha y hasta finales de los ochenta,
se realizaban sobre un soporte magnético:
con este material se dio un paso de gigante porque
permitía que se borrase y se volviese a grabar.
Actualmente, todo está
digitalizado y la mezcla se realiza sobre un soporte
de disco duro, contando con todas las facilidades
para poder borrar y volver a grabar cuantas veces
sea necesario;, las nuevas tecnologías que
surgen constantemente están simplificando
considerablemente la mecánica de trabajo.
Las innovaciones son continuas y esto al estudio
de doblaje le supone estar siempre al día,
con el consiguiente desembolso económico
dado que una mesa de mezclas puede quedar obsoleta
al cabo de muy pocos años.
La labor del mezclador consiste
en ir engarzando los diálogos con las músicas
y efectos, como si de una pieza de orfebrería
se tratara. Indiscutiblemente, la habilidad del
mezclador es esencial para obtener un buen resultado.
En la sala de mezclas ("mixing
room"), el técnico se acomoda en su
mesa de mezclas ("mixer") y ve desfilar
en una pantalla la imagen conforme él la
va requiriendo. Mientras tanto, en la cabina, una
habitación contigua a la sala, el operador
tiene las máquinas a punto, cargadas con
la copia de trabajo de la película ("workprint"),
los diálogos grabados en sala y la B.I. (
Banda Internacional - M/E track), y está
a la espera de las instrucciones del mezclador.
La mezcla se hace por bobinas
("double reels"); cada bobina consta normalmente
de dos rollos. El mezclador comienza su trabajo
viendo, en versión original, la imagen de
la bobina a mezclar para percatarse de todos los
niveles y detalles de la banda sonora. Una vez visionada
la imagen, la rebobina y vuelve a proyectarla, pero
dejándola muda, cambia el sonido original
por la mezcla de la versión doblada que en
ese momento empieza a preparar, y de este modo se
inicia la mezcla.
Aquí empieza una labor
de auténtica artesanía, y es una lástima
que tanto las fallidas como las verdaderamente logradas
pasen desapercibidas. Las mezclas desempeñan
un papel muy importante en el doblaje de una película
pero, desgraciadamente, sólo una pequeña
minoría valora el excepcional trabajo que
realizan los buenos mezcladores.
También hay bastantes
películas cuyas mezclas se realizan en el
extranjero, en EE.UU. o Inglaterra principalmente.
Metro-Goldwyn Mayer, hace años, siempre las
llevaba a cabo en Culver City y casi todas las películas
de Spielberg también se mezclan en EE.UU.
En estos casos, los diálogos grabados en
sala se preparan ordenadamente, se confecciona una
banda de diálogos para mezclas ("mixing
dialogue track") y se envía al laboratorio
donde va a tener lugar la mezcla. La banda de diálogos
para mezclas ("mixing dialogue track")
va acompañada de unos informes técnicos
("mixing repports") preparados por el
mezclador, en los que se especifica la pista y el
pie donde está el diálogo de cada
uno de los distintos actores así como los
ambientes ("ad libs - ad libitum - crowds")
correspondientes.
Las mezclas hechas en
el extranjero y por un técnico que desconoce
el idioma de la versión doblada hacen un
flaco favor al doblaje de la película: si
alguna palabra no se entiende bien o algún
final de palabra queda cortado, el técnico
no cae en la cuenta por su desconocimiento del idioma.
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Texto escrito por Ernesto Freijo e Iñaki
Torre para eldoblaje.com
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