Sus inicios se deben al teatro (en 1932), posteriormente intervino en rodajes para el cine. A raíz de un grave accidente abandonó su actividad cinematográfica por influencia de directores y productores -creyendo que podría perder su condición de actor- para centrarse exclusivamente en el doblaje de películas extranjeras y nacionales. Una voz para notorios, en los Estudios Metro de Barcelona; apropiadamente solemne que nos recuerda a los que aportan gran experiencia escénica. Hijo de Don Rafael Calvo, con la herramienta de su voz, envolvió en el celofán de lo transcendente, a los más admirados actores, en sus casi cincuenta años de sonorizar su interpretación, en el doblaje. Fallecía en 1988, en Barcelona. Hoy, su voz enérgica, vibrante y expectacular, nos recuerda que los buenos actores perviven en el tiempo y en el espacio cinematográfico. Dobló en Madrid y Barcelona; una voz interpretativa insustituible. También se dobló a sí mismo en el cine, como actor: "La pandilla de los once", "Ursus", "Catalina de Inglaterra", "El fenómeno", "María Morena", "Doce horas de vida", "Amaya", "El camino", "El ángel gris"... Y puso su voz, entre otros, a: Stewart Granger, Gary Cooper, James Robertson Justice, John Wayne, Gregory Peck, Edward G. Robinson, Trevor Howard, Leo McKern, César Romero, Reginald Owen, Ray Milland, Howard Keel, Curt Jürgens...
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